martes, 18 de enero de 2022

Mi vecina la neni #5 ✿

Hola a todos. Me emociono mucho ver a tantos blogs activos y me inspiraron, además de leer todos sus bellos comentarios y tuve la necesidad de seguir con esta historia. No tengo mucha oportunidad de regresar como tal para ser honesta, pero me gustaría seguir con esta historia de repente. Espero que les guste esta nueva parte y me tengan paciencia si es que tardo en reaparecer. Un gran abrazo a todos. Gracias por sus lindos comentarios :) ❤️


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Al bajarme del auto cerca de la estación, ví muchos puestos, donde había de todos cargadores, películas piratas, bocinas a todo volumen con reaggetton, banda y cumbia que parecía que peleaban entre sí para ver quién se oía más fuerte, unos cuantos puestos de comida que lucian tan sucios y poco apetitosos.

Me acerque a las escaleras y las subí, de nuevo todo se movía con cada escalón y llegando arriba termine exhausto, así que me recargue en la pared a tomar un poco de aire, al recargarme pude apreciar como mi espalda no llegaba a la pared, sino que ese gran trasero estorbaba y enseguida sentí el frío de la pared en las nalgas, inmediatamente me retire y vi como todo el trasero se había llenado de polvo por recargarme, así que no me quedo de otra que sacudirme, me dió mucha pena y me sonroje, ya que tuve que golpear esas grandes pieza sde carne sintiendo el rose de la tela de los leggins, rápidamente termine, tratando de hacerlo rapido.

Recordé que la vecina me había dado su cartera y teléfono, abrí la mochila y la saqué, tome la gran cartera rosada y saque la tarjeta y 20 pesos, me acerque a las taquillas y me forme. Mientras me tocaba pasar podía ver las instalaciones, todas viejas y en mal estado, al mismo tiempo que me ponía a ver a toda la gente, había de todo, niños con su familia, señoras grandes, señores que venian cansados de trabajar, parejas de novios haciéndose cariños, gente flaca, gorda, fea, guapa, había de todo.

Pase y le di la tarjeta a la señorita de la ventanilla al mismo tiempo que le di los 20 pesos, lo hizo rápido y casi casi me la aventó con su cara de amargada.

Me acerque a los torniquetes, puse la tarjeta y pase. Fue algo incómodo pasar entre ellos con dificultad al estar demasiado ancho para pasar entre ellos, sintiendo la carne presionarse entre si y de nuevo esas grandes nalgas estorbando con los torniquetes. Me acerque hacia abajo del reloj dónde me dijo la vecina que esperara, guarde la cartera y saque el teléfono.

Yo no tenía un súper teléfono, pero de pasar a este mas pequeño, viejo y  maltratado si era un cambio, aparte, ya no me sorprendía pero tenía una funda rosa.

Abrí el teléfono que no tenía contraseña y comencé a chismosear en el. 

Era algo difícil tener que manipularlo con las uñas largas y dedos gordos que tenía, daba clicks por error y a veces tampoco detectaba.

Solo tenía las apps que todo mundo usan como WhatsApp, Facebook, Google, Instagram, TikTok, la cual la verdad nunca descargue, me daba mucha pereza y cringe, salvo por las chicas guapas que enseñaban todo. 

Tenía un par de juegos como Candy Crush y uno de sopas de letras genérico.

Abrí su facebook y estaba lleno de fotos de oraciones, piolines, memes poco graciosos, muy de señoras, videos de maquillaje, uñas, peinados los cuales no se porque me entretuvieron buen rato, el ver tantos pasos para que terminarán más bonitas, seguí explorando su facebook y era sin duda totalmente diferente al mío, muchas de sus amigas nacas compartiendo fotos de mamas luchonas o canciones de reaggetton, fotos de sus borracheras y cosas que sin duda no aparecerían en el mío. Poco después ví un vídeo de un hombre ejercitándose, con un gran abdomen, alto, güero y con una barba muy bonita. No sé porque no lo quité, pero me sentía atontado viéndolo, tanto que llegó la clienta y al verme tan metido en el celular me dió un pequeño golpe en el brazo.

-Camara Andy, que pedo, cómo estás manita?

Rápido y sonrojado me quita el teléfono

-Hay wey, cochinota, si que está bueno ese wey, sin pedos dejaba que me llenará la dona de lechera.

Me sonroje aún más, que grosera y pervertida era está chica.

Solo le sonreí.

-Verdad que si? Jejeje

-Claro mana, está como el Dilan, el wey que trabaja en el gimnasio de la colonia, ese wey no estará güero, pero todo lo demás si está bien bueno.

A mí no me interesaba para nada eso, solamente recordé que tenía que darle uno de los paquetes de la bolsa.

--Toma amiga, aquí está lo que me habías encargado.

-Huy que formal, desde cuándo tan acá pinche Andy. 

En eso, me pellizca un seno fuertemente como jugando y me arrebata la bolsa. Sentí un fuerte y extraño dolor, por reacción pase mi mano para sobarme.

Se puso a examinar la bolsa, tenía maquillajes, pinturas, pulseras y aretes.

-Vientos Andy, ten tu baro

Agarra y saca de dentro de su brassiere un billete de 200 pesos todo maltratado y doblado. Yo con mucha pena lo acepto y lo guardo en la cartera que tenía en la bolsa.

-Sobres manita, ahí te mando whats pa ver si te pido otro, a ver como sale. 

--Si claro amiga, estoy seguro de que te gustarán.

-Seguro? Que apoco eres vato?

--Segura... Estoy segura que te gustaran. 

Contesto nerviosamente recordando que tengo que hablar en mi en femenino para aparentar.

-Sale mana, ahí nos vemos después.

Se acerca a mi y me da un beso de cachete, mientras me abraza y siento como sus tetas chocan con las mías, poniéndome nervioso de nuevo al sentir ese rose que entre ellas debe de ser tan normal y para mí era una explosión de emociones desconocídas.

Se separó y se fue en el tren que iba llegando. Pude verla por la espalda y era más delgada que yo, igual traía unos leggins negros pero su trasero era más bonito y tenía forma, no como el gordo y desparramado que la vecina tenia, añadiendo que se le transparentaba la ropa interior, dejando ver su tanga marcada, lo cual me dió curiosidad, me sorprendió darme cuenta que no sentía nada al ver el trasero de su amiga  transparentar, simplemente me dió curiosidad.

Sacudí mi cabeza y volví en mi, recordé que me faltaban 2 entregas más. Así que saque de nuevo el teléfono, quitando rápidamente el vídeo del chico fuerte, ví el mapa y me puse a ver a mi al rededor para ver cuál era el camino. Lo guarde, me puse de nuevo la mochila y comencé a caminar, según el mapa debía de trasbordar para pasar a otra línea y avanzar 3 estaciones. 

Mientras caminaba en el trasborde iba observando todo, yo nunca había entrado al metro, estaba tranquilo de gente por la hora, puestos de comida, de telefonía, celulares, audífonos, recargas, cosas inútiles que se veían llamativas. Mientras tanto, toda la gente caminando a un ritmo muy rápido, al parecer todos tenían prisa, era algo extraño el verlo desde estos ojos, ya que veía a la gente mucho mas alta, y a las chicas que comunmente veía más pequeñas, ahora estaban de mi estatura o me rebesaban por poco. Trate de seguirles el paso con su ritmo de la gente pero mi condición me lo impedía, así que de vez en cuando me orillaba a caminar más lento y en cada una de esas paradas me veía obligado a acomodar los tirantes de mi brassiere, algo que nunca me hubiera imaginado, pero era incómodo ya que aparte que a cada paso que daba, ambos pechos rebotaban y rosaban contra la esponjosa copa del sostén, poco a poco se iban bajando los tirantes de los hombros hacia los brazos y tenía que meter la mano en la sudadera para reacomodarlos en su lugar, si lo había llegado a ver con varias chicas en la calle, pero tenerlo que hacer por mi mismo, era muy incomodo y desagradable.

Ya casi llegaba a dónde tenía que tomar el tren siguiente, y en un pasillo cerca del tren me llegó un olor asqueroso, a orines. Y en la orillas del pasillo ahí estaba el chorro de agua.

Simplemente puse mi cara de asco y camine muy rápido. Llegué a esperar el tren, de nuevo me quedé mirando a los alrededores mientras llegaba. Cada vez se fue amontonando más gente. 

Justo a mi lado se paró una chica alta, o al menos yo la veía alta, la mire bien de reojo, tenía el cabello lacio y era güera, un vestido de color beige con cuadritos, una chaqueta negra, medias y unos botines, cargando una gran bolsa café, se veía que venía o iba a trabajar.

 Sin duda era guapa y olía muy rico, me le quede viendo unos segundos y fue raro no sentir nada, solamente admiración, pero no tal cual como siempre. Hice como que me acomodaba el pelo y volte a los alrededores, todos los hombres que estaban cerca parecían unos estúpidos volteando a ver a la chica guapa, parecían animales y todos con una cara de asombro y muy estúpidos. 

Llegó el tren y aún así todos iban tras la chica, la gente salió del vagón y me dispuse a entrar, cuando todos entraron rápidamente, empujándome y haciéndome a un lado, dando paso a la señorita, todos a su al rededor, incluso un tipo de levanto de su lugar y le dió su asiento, mientras a mi me empujaron y ya me tuve que ir a sujetar de un tubo para no caerme. Fue algo raro, pero sentía envidia de la chica, todos muy atentos y todo cuando entro y la vieron, mientras a mi hasta me empujaron, ella tan hermosa y despampanante mientras yo estaba en este cuerpo gordo y feo. Poco a poco se fue vaciando y ya alcance lugar.

Una parada antes que yo, aquella chica bajo y de nuevo, cuando se levantó del asiento, todos los hombres como bobos voltearon a verle el trasero hasta que salió del vagón. Yo solo me quedaba mirando a aquellos cochinos mientras ya me daba un poco de risa. 

Mi parada había llegado, así que baje del vagón y camine hacia la entrada donde me tenía que reunir con otra chica a entregarle su pedido. 

Cuando llegue con ella la vi a lo lejos y se veía linda pero actuaba de una forma de lo menos femenina. La seguí un poco antes de que me viera y al seguirla de repente ví como caminada extraño y de repente se jalo el vestido como para sacarse el calzon, algo muy extraño. Ya que la alcance nos orillamos y me dijo que la esperara un poco.

Estaba hablando por teléfono, de una forma enojada.

-"Como pudiste hacerme esto Alejandra, yo que soy tu padre y más andar con esta estúpida ropa"

-Eso me sonó raro, pero lo ignore, se alejo un poco y ya no pude escuchar más, pero se veía desesperada, aunque sus manerismos se veían bastante masculinos


Ya que terminó, le di la bolsa y me dió el dinero. 

-Te agradezco, tengo que darme prisa, estoy muy ocupado... Digo ocupada, lo siento un día de locos que no entenderías, hasta luego.

Eso sin duda me saco de onda muy fue bastante extraño, acaso le habrá pasado algo parecido a mi?

En ese momento recibí un mensaje recordando que tenía que ir a entregar el último paquete.

Camine hacia el lado contrario, donde tome el siguiente tren, ya era un poco más tarde y se encontraba más gente dentro, de una u otra forma entre forzandome entre todos. De milagro alcance a tomar un poste vertical par sostenerme, ya que los que estaban arriba eran imposibles de alcanzar para mí.

Iba tranquilamente esperando a llegar a la estación cuando de repente sentí de la nada algo muy raro, sentí algo duro e incómodo en mi trasero. Voltee a ver y era un tipo horrible que me estaba arrimando su pene inmediatamente quedé en shock, no podía creer aún que ese tremendo hijo de puta estuviera haciéndome eso, normalmente estallaría en furia y lo golpearía, pero me empecé a llenar de miedo y frustracion. 

Trate de ignorarlo, pero era imposible, se sentía horrible, me sentía humillado y abusado. Me trate de mover un poco pero entre tanta gente era imposible y aún así ese tipo no me despegaba su miembro asqueroso.

Me arme de valor, estaba a punto de girarme cuabdo me tomo fuerte de la cintura lastimandome y me dijo

-Calmate tantito gordita, no sé si sepas pero me dicen el comal, porque caliento puras gorditas.

Me dió una fuerte nalgada y no supe que hacer, seguía impactado y tenía muchas ganas de llorar, era un sentimiento horrible y más que nada que a nadie le importo, todos viendo e ignorando la situación. Gracias a Dios en la siguiente parada me tocaba bajar. Cómo pude me hice camino entre todos empujándolos con mis grandes dimensiones aunque me voltearan a ver enojada la gente pero me urgía salir del tren. 

Ese asqueroso seguía siguiéndome, se abrieron las puertas y vi un policía, corrí y me pare al lado suyo, cuando vio eso, ese tipo se regreso dentro del tren y me grito:

-No soy Tarzan ni tampoco Chita, pero si te lleno ese culo de lechita.

Mientras me mandaba un beso.

Estaba aún impactado por lo que acababa de vivir, ese hombre asqueroso y una basura de persona me acababa de abusar. 

El policía puso su mano sobre mi hombro.

-Tranquila señorita, tenga más cuidado, que esos cabrones aprovechan la hora con más gente para hacer sus marranadas. Debería ir a los vagones de señoritas para evitar a esos weyes.

Antes ignoraba el porque existían esos vagones designados e incluso no me importaba saber, pero ahora viví en carne propia lo que es el abuso, seguía temblando del miedo e impotencia. Lo peor que fue teniendo un cuerpo así, para nada atractivo, no me imagino lo que sufrirán las chicas guapas y lindas de buen cuerpo, algo de lo que sufren día a día.

Aún con miedo y desconfianza tome un poco de aire para tranquilizarme y fui a entregar el último paquete.

Me dirigí buscando a la última chica, saludandome igual con mucha confianza igual abrazándome chocando sus pechos con los míos, solo que ella era más alta y con mi nueva estatura prácticamente me los puso en la cara, incómodandome de nuevo.

-Andy carnalita cómo estás?

--Bien... Amiga y tú?

-Amiga? Desde cuánto tan seria pos que te hice wey?

--Jajaja lo siento, he tenido un día un poco difícil.

-Hay mi Andy, de nuevo en tus días? Si traes toallitas o no traes como la otra vez?

--No nada de eso, olvídalo, ya se me pasará.

Aquí está lo que te tengo que entregar.

Le di la bolsa y ella me dió una de regreso.

-Ahi está lo que me encargaste carnalita, ya sabes, para que te la pases bien y mejores tu carita, que se ve que andas estresada.

No sabía lo que era, ya que era una bolsa negra, ya solo lo que quería era regresar a casa y dejar de pasar por esto tan humillante, así que la recibí.

--Gracias, ya me voy que tengo que irme.

-Y eso porque tan pronto? Pensé que íbamos a ir a las micheladas del Edwin.

--Te digo, no me siento muy bien, quiero llegar a casa a descansar un rato.

-Hay cochinota, se me hace que te urge probar tus "juguetitos"

Me dijo de forma burlona, no sabía a qué se refería, pero solamente le dije que no, que me urgía otra cosa.

--Ta bien mana, nomás acompáñame a comer algo rápido, o ya desayunaste?

Me quedé pensando, tenía razón el día de hoy no había comido nada aún.

-Esta bien, te acompaño.

--Ahuevo pinche Andy, ya sabía que no te resistirias, por algo estás así de gordilla manita. Siempre si te metiste al gym de la colonia?

-Ah, eso sí claro, no he tenido tiempo.

--Mas te vale que vayas mana, que en 1 mes hay fiestas en todos lados y hay que ponernos buenas para agarrar un vato que este bueno.

-Si ahí luego, vamonos pues.

Yo solo me puse un poco nervioso ya que no sabía que contestar. Pero acepte la invitación, así que salimos del metro y caminamos una cuadra. Hasta un puesto en la calle bastante viejo y que se veía poco higiénico. Aún así con el olor me abrió el apetito.


-Que hubo güeritas que les voy a servir?

--Lo de siempre son Chuy

-Y para la güerita?

La amiga me dió un codazo que yo aún estaba admirando el puesto, no era mucho de comer en la calle y la verdad estaba un poco asustado de que me fuera a enfermar, pero total, no es mi cuerpo, que se enferme.

-Lo mismo por favor.

Aproveche el tiempo para meter la bolsa negra que venía cargando en la mochila, mientras preparaba los tacos ví como varias veces el señor volteaba a ver mis pechos, para nada disimulaba, me hizo de nuevo sentir muy incómodo y más con lo que acababa de pasar en el metro.

Trate de alejarme un poco, tome asiento en la barra junto a la amiga, un banco donde apenas podía sentarme por lo alto y porque mi trasero se desparramaba de el, como pude me acomode y nos dieron los tacos 

-Entonces que wey, vamos a ir el sábado a la peda o que?

No esperaba que esto durará tanto tiempo, así que le dije que si, ya que para ese tiempo me imagino que ya estaría de nuevo en mi cuerpo y no tendría que ir.

--Si, claro.

-Va va va, aunque recuerda que es fiesta fresona, para que vayas con algún vestido o algo mana, hay que ponernos buenas que ahí van a haber vatos guapos, igual y hasta te toca accion.

--No como crees.

-Si quieres vamos el viernes a la plaza a que nos den una depilada de por allá abajo, quien sabe igual y se ofrece.

Ya no le contesté, todo eso era totalmente ajeno a mi, así que comencé a comer para dejar de hablar. Para estar en un puesto bastante dudoso, no se veían tan mal, trate de agarrar el taco, lo cual fue un fracaso la primera vez por las incomodisimas uñas, volteandose y tirando todo el taco.

Como pude subí la carne de nuevo y lo agarre a dónde llegaba la mano, le di una mordida y fue un sorpresa al probarlo, estaba muy bueno, el sabor de la grasa del suadero le daba un sabor fuerte pero sabroso. Cómo buen mexicano ya comía tacos, pero siempre en algún restaurante.

Sin duda debore los otros 4 tacos muy rápido.

-Hay wey, si traías hambre mana. Voy pidiendo otros?

Yo asentí mientras daba la mordida al último taco.

-Cuantos wey?

Le hice una señal de 3 con una mano. Mientras con la otra terminaba el taco. En ese momento, la tortilla se rompió y un poco de carne y verdura cayó por mi escote. En medio de los dos pechos carnosos se fue la comida. Acabe con el taco. Tome una servilleta y trate de limpiarme, lo cual fue algo muy raro, pasar la servilleta encima de ellos y sentir como la carne se metía entre ambos pechos, y tocaba directamente mi piel. No podía meter la mano para sacar los restos habiendo gente, como pude agarre el brassier sobre la ropa con ambas manos de cada lado y comencé a sacudirlo moviendo a todos lados mis senos, para que la comida cayera por el estómago. Me costó un poco pero lo logré. Fue algo muy incómodo y raro el sentir como moviendo solo el bra, todas esas nuevas masas se agitaban sin cesar. pero al menos ya no me incomodaba mas, como hombre nunca me imaginaba lo que sufrían las chicas por esto y que hay que tener cuidado al comer. Pero con semejantes senos me imagino que era algo tan común.

Ya que termine solo ví a la amiga riéndose.

-Jajaja hay mana ya vez quien te manda a estar chichona, ten acá están los otros 3

Me sonroje al ver que ella y varios de los del puesto vieron todo el movimiento, y que los que atendían después de eso no dejaban de verme con ojos de lujuria. Ya comí rápido lo que me faltaba para poder irnos.

-Cobreme don, lo mío y lo de mi carnala.

Pago la amiga y me ayudó a bajar del banco.

-Sale manita, ahí tu luego pagas las micheladas. Te mando mensaje pues. Cuídate gordita.

Se acercó y nos despedidos una vez más de beso, poco a poco tenía que irme acostumbrando pero aún así me seguía llamando la atención.

Ya me fui de regreso al metro, ya a esta hora estaba menos transitado, aún así hice caso y me fui hasta el vagón de mujeres y niños. Totalmente otro ambiente. Subí, me senté y se pasó el tiempo muy rápido. Pude ver a muchos tipos de mujeres, señoras, jovencitas, arregladas y bien vestidas, un poco más cómodas, algunas me llamaron la atención verlas maquillándose, con ese movimiento del metro yo apenas podia estar de pie y ellas hasta hacer más cosas. Otra cosa que observé fue a la mayoría de repente acomodarse los tirantes del brassiere, algo que yo tenía que hacer de repente y ya ví que era problema de todas, hasta por instinto deben de hacerlo. 

Llegué a mi estación y me baje del metro. Camine hacia donde vivíamos, ya venía algo cansado, ya estaba oscureciendo. Me dolían un poco los pies y las rodillas, me imagino que por cargar este peso. Igual ya sentía que los tirantes del bra se me clavaban más y me irritaba la piel. 

Subí a la casa y tome las llaves, justo antes de abrir se me cayeron de nuevo por las uñas tan molestas. Me agache con dificultad por ellas sintiendo como todo se apachurraba al hacer ese movimiento, la barriga y esos pechos incómodos casi se me pegaban en la cara. 

Justo cuando las iba a levantar sentí una fuerte nalgada por detrás 

-Que pedo muchacho cómo andas?

Me dolió mucho al ir con velocidad y con fuerza.

Voltee y era la vecina en mi cuerpo, era muy bizarro verme a mi mismo y escuchar mi voz desde otra perspectiva.

--Que te pasa loca? Si me dolió
-jajaja perdón carnalito, aún no controlo la fuerza de este cuerpo, se siente cagado, mira yo subi como si nada las escaleras y tú tomando aire y todo.

Tenía razón, estaba bastante exhauto.

-Si que te hace falta hacer ejercicio, si cansa bastante estar pesado.
--Pues ya vez, me da hueva y la comida me gana, o apoco no te supo rico lo que te chingaste?

Señalo a sus pechos dónde tenía la mancha de comida.
-Eso si, no pensaba que los tacos baratos estuvieran buenos. 
--Pues te falta barrio mijo, aunque si, yo me chingue una torta dónde siempre y no me supo tan buena, como que me cayó mal.

Me hizo pensar un poco y tener lógica. 

-Claro, como tú tienes mis papilas, no están acostumbradas a comida de la calle, igual yo, me supieron tan buenos los tacos porque estás acostumbrada a comerlos seguido y tú cuerpo los acepta con gusto. Con razón no me llene luego luego.
--Yo creo que sí chamaco, que cagado, deja te ayudo.

Tomo la bolsa y abrió la puerta.
Abrió la bolsa negra dando una risita y la dejo en la mesa. Yo solo quería sentarme en el sillón, estaba muy cansado.

-Entonces que vecinita? Cómo fue tu experiencia siendo una neni?
--Muy mal, todo iba tan bien hasta que un puto cerdo me arrimo su pene en el metro. No supe cómo reaccionar, me sentí tan débil y humillado, de lo peor de mi vida.
-Hijo de su puta madre, lo hubieras madreado al cabron.
--Con tu fuerza no le haría nada y me quedé en shock en el momento.
-Para la otra llévate la pistola de rayos que me dió mi comadre el otro día. Un toque para que le bajen de huevos esos weyes.
--Cual para la otra. Ya devuélveme mi cuerpo por favor.
-Tranquilo chamaco, déjame de aquí al lunes y te lo regreso.
--Porque? Que tanto hiciste hoy con mi cuerpo?
-Nada importante chamaco, pero me gusta no cansarme y andar más libre, igual y hasta te consigo una morrita.
--No como crees, no hagas eso con mi cuerpo.
-Pues me vale madres morro, yo aquí soy la de los pantalones, así que te aguantas. Te recomiendo que vayas disfrutando un poco para que le agarres el gusto. Vas a ver qué ser una chica aunque sea gordita, no está tan mal.

Se levantó del sillón y abrió la puerta.
-Es más, date un bañito y trata de usar eso que está en la bolsa, no me acordaba que se lo había pedido a mi comadre desde hace tiempo. Igual y te gusta, pásatela chido muchacho. 
Agarro la bolsa y la metió a su cuarto

-Mañana temprano vengo por ti y te pongo listo para ir a mi trabajo en la estética. Tu déjate ir y te irá chingón chamaco.

Se fue de su departamento y subió unos pisos más para entrar al mío. 

Ya que se fue me acomode un poco, me quite los zapatos y las calcetas, dejando ver de nuevo esos piecitos descalzos con uñas pintadas. No los recordaba aún. Al verlos de nuevo inconscientemente sonreí y los toque un poco dándome un pequeño masaje. Cerré los ojos un poco mientras los sobaba y me relajó un poco, sentía como mi cabeza se tranquilizaba al mismo tiempo que disfrutaba de frotar esos suaves y pequeños pies con estas manos.


Procedí a quitarme aún con la ropa puesta ese maldito brassiere como varias veces ví a mi mamá quitárselo. Fue muy difícil pero inmediatamente que lo desabroché sentí un alivio en los hombros, así como los pechos liberandose y haciendo el peso para todos lados y el roce directo de la tela. Me relaje un poco en el sillón. Pero recordé de una chanclas que había visto en el cuarto. Fui allá, me senté y me puse las chanclas, bastante cómodas después de todo el día caminando.


 Hasta eso tenía unos pies muy suaves y bien cuidados, lo cual me recordó lo que había quedado con su amiga, la fiesta del sábado y que el viernes irían a depilarse. Lo cual me dió escalofríos porque la puta vecina dijo que me regresaría a la normalidad el lunes. Ojalá y no.
Eso también me recordó a la bolsa que dejó en la cama, y recordé que tanto ella como la amiga se fueron al ver el contenido.

Sentí curiosidad, así que tome la bolsa y la vacíe sobre la cama. Quedé en shock al ver lo que contenía esa bolsa.







jueves, 22 de abril de 2021

Mi vecina la neni #4 ✿

 Disculpen la demora. Tuve unos días muy ocupada y no pude actualizar. Pero espero poder aunque sea poner uno cada semana. Espero les agrade la continuación y sean pacientes.

Me encantan sus comentarios y su recepción, la verdad no me lo esperaba después de tanto tiempo para una historia que solo hice por diversión probando algo nuevo. Los quiero mucho, un gran saludo... Corrin ❤️

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Cerré la puerta y baje por la escaleras. Eran los primeros pasos que daba, cada escalón era toda una experiencia, se movía todo todo, cada paso hacia que rebotará absolutamente todo, carne por todos lados, partiendo de las piernas que hacían que ese par de nalgas se menearsn de acá para allá, a la vez que ambos pechos daban pequeños tirones dentro del brassiere, que ayudaba a qué se controlaran pero todo recaía en los tirantes en los hombros, terminando por el cabello que se movía de una forma más pronunciada que me provocaba incomodidad al darme comezón y cosquillas, cubriendo mi vista.

Al tener menos estatura y unas piernas más cortas, no podía bajar tan rápido, tenía que ir escalón por escalón.


Jugando, aumentaba y disminuía la velocidad con la que bajaba las escaleras, apreciando todas esas nuevas sensaciones que explotaban mi mente, toda esa ropa hacia que todo se amplificara de forma extraña pero agradable. 

Me faltaba aún un piso por bajar cuando me sentí cansado, tuve que tomar un poco de aire y unas gotas de sudor recorrieron mi frente. Era una sensación de agotamiento, sin duda era una gran diferencia la energía de mi cuerpo, que aunque no era atlético, estaba delgado, a este cuerpo ya mas viejo y pesado.


Me detuve un poco a descansar y los últimos escalones los baje más tranquilo.

Ahí en el estacionamiento estaba un carro algo viejo, de dónde escuché el claxon sonar.

Ahí estaba yo, asomándome por la ventana.


-"Hay vecinita, que guapa. Al parecer vienes más recatada, pero aún así te vez bien. Camara, ya súbete al carro"

Trate de no prestarle atención, pero aún así me ponía nervioso, mas al oír mi cuerpo hablar así. Abrió la puerta desde dentro y me metí al auto.

De nuevo pude experimentar esa sensación de sentarme sobre un trasero de gran tamaño, seguía siendo raro sentir tanta carne abajo y que me diera más altura, trate de acomodarme un poco.


-"Mírate nomás, si te tardaste un rato, que tanto hiciste?"

-"Pues nada, cubrirme, que no iba a salir tan desparramada como estabas."

-"Jajaja, pero te faltó algo, a ver espera"

Del asiento trasero saco una mochila rosa, las puso en mis piernas y de ahí extrajo varias cosas, mucho maquillaje.


-"A ver, vamos a ponerte al 100. Cierra los ojos".

Ya solo quería que terminara, así que rápido lo hice. Comenzó pasando una especial de brocha por las pestañas, mojandolas un poco, siguio con una esponja que pasó por toda la cara, estaba a punto de estornudar, siguió con algo que se sentía como una esponja en un palo y lo frotó sobre los párpados para después pasar un tipo de lápiz por la orilla del ojo.

Solo podía sentir la presión de todos sus utensilios sobre la piel y el como cada uno dejaba una capa algo suave por encima.


-"A ver, para la trompa, como si fueras a dar un beso" 

Sin tener idea de cómo, solamente lo hice, pasó un lápiz labial sobre los labios, se sentía como si fuera una capa de cera de veladora o algo por el estilo, tenía olor y sabor a cereza.


-"A ver, junta y separa los labios muchacho"

Le hice caso y pude apreciar mejor ese sabor a cereza artificial bastante tenue y suave.

Ya solo me pasó un poco de papel de baño sobre la orilla de los labios.


-"Listo, hay wey, que fácil es hacerlo desde afuera, buen rápido y quedé bien guapa, a ver abre los ojos ahora sí"

Los abrí y mientras lo estaba haciendo sentí más pesadas las pestañas, me pasó un pequeño espejo de la mochila y la verdad tenía curiosidad de como había quedado, que la vecina no era tan guapa que digamos, y en la mañana tenía una cara un poco fea. Lo abrí y vi mi reflejo, no podía creer lo que veía, sin duda era todo un gran cambio, las mujeres si que son mentirosas, con solo esos productos y así de rápido dió una mejora muy grande, uno como hombre si es feo, feo te quedas, no podemos hacer esto.

Aquella sombra, delineador y pestañas habían resaltado emsus ojos, se veían más grandes y hasta más brillosos, el polvo hacia que no se viera tan morena y los labios con aquel rojo sin duda hacia resaltarlos, dándole forma y una bonita presentación.

Tome con una sola mano y me tomé el pelo con la del tatuaje, dando una discreta sonrisa. Ver mi reflejo de esta forma si era mucho mejor que en la mañana.

La vecina se dió cuenta de eso y aplaudió para sacarme del shock.





-"Jajaja camara niño, como que si te está gustando esto verdad? Mira nada más como sonríes, pero si estoy guapa, debo de admitirlo"

-"No no es eso, me estaba riendo de como las mujeres hacen trampa con el maquillaje, hasta una mujer tan fea y prieta como tú se puede ver mejor"

Me tomo por los cachetes y me hizo voltear hacia ella con su fuerza.


-"A ver pinche chamaco, bájale de huevos, que me vas a estar insultando, no te voy a soportar que hables así he! Así que tranquilo"

Me dió un poco de miedo, además de que trate de moverme y no podía, me faltaban fuerzas.


-"Lo siento, perdón, no era mi intención"

-"Por está te la paso, ten. Aquí está la mochila, como puedes ver la ropa de chica no suele tener tantos bolsillos, así que aquí está todo lo que necesitas junto con lo que debes de entregar.

-Maquillaje, papel de baño, celular, cartera, llaves y varias cositas para ya sabes, cuando llegue Andrés"

Esas palabras me inquetaron, no lo había procesado aún, pero si esto duraba más tiempo, teniando una vagina es natural que le pase eso. La idea de pasar por eso me dió escalofríos, ya quería que esto terminará para poder regresar a mi cuerpo y no pasar por eso.


Arranco el carro y fue un camino muy intenso, manejaba muy mal, aventaba el carro, se pasaba topes, casi atropella a una bicicleta, toda una irresponsable al volante.


-"Puedes manejar mas lento? Que casi nos matas"

--"Neta? Creo que no se va a poder, tengo prisa, pero si tanto te asusta si quieres ponte el cinturón de seguridad"

Me lo dijo con una cara de burla.


Disgustado, no tuve de otra que ponermelo, lo ajuste a dónde se cierra y fue una mala idea, aquel cinturón que cursaba en diagonal, pasaba justo enmedio de los dos senos, metiéndose entre ellos, remarcandolos y haciendo que se vieran enormes.


Justo en ese momento paso rápido por un tope y sentí como todo se movía de repente, mucha incomodidad y de pronto sentí odio por ella.


-"jajaja órale, que chichotas, hasta te tragaste el cinturón jajaja. Lo siento niño, tenía que hacerlo, gajes del oficio que vienen con ser mujer jajajaja"

No paraba de reír, cai en su broma. Sonrojado ha solo me lo desabroche y continuamos en camino con mi cara de enojado y volteando hacia la ventana.

Avanzamos un poco más y había un accidente así que el tráfico fue más lento, casi íbamos a vuelta de rueda.


-"Oye niño, hablando de cosas de mujeres, si te quitaste la tanga?"

-"Pues obvio, como iba a seguir con esa cosa puesta, como pueden ir con eso como si nada"

-"Ya vez, una vez que les agarras el gusto ya ni se siente, a ver, cuáles te pusiste entonces"

-"Para que quieres saber eso?"

-"No hay pedo, solo quiero ver cuáles agarraste que últimamente he comprado solo ropita sexy, casi no tengo chones normales"


No sabía que responder, y menos al traer unas panties rosas.


-"Andale, bajate tantito los leggins, solo un vistazo."

-"No mames no, como aquí? Estás loca!"

-"No importa no hay nada que no haya visto antes y que quieres, enseñarmelos tú o que te los baje a la fuerza"


Con esa amenaza no me quedaba de otra, voltie a ambos lados del tráfico esperando que nadie viera. Tome con una sola mano por delante los leggings y los baje un poco. Ahí estaba, aquella panties rosa que estaba vistiendo, remarcando la zona pública donde no había nada más que una parte plana y femenina.





-"Hay chamaco, rositas, quien te viera jajaja.

Esos hace mucho no los usaba, pero si están cómodos, casi solo los uso cuando estoy en mis diabolos"


-"En tus que?"


-"Diabolos, días pues, cuando me baja. Te hace falta barrio mijo"


Me subi los leggins de nuevo sintiendo humillación y preocupación.


-"Oye hablando de eso"


-"Ahhh si no te preocupes por eso, ya lleva más de una semana que me bajo, ahorita no hay pedo, tu disfruta"


-"Ok"


Bueno, al menos una cosa menos de que preocuparme.

Continuamos el camino y se estacionó fuera de una estación de metro.


-"Bueno, aquí bajas"

Del asiento trasero saco una bolsa negra que tenían 3 bolsas con cosas.


-"Lo que debes de hacer es ir abajo del reloj y darle las cosas a la neni que te va a esperar y listo, que te pague. Aquí es la primera, las otras dos están en otras estaciones. Solo debes de ir y ya. Ya cuando acabes te regresas y listo"


-"Entonces tengo que subirme a eso?"


Lo señale con disgusto.


-"Pues si wey, que querías Uber y esas cosas de fresas, neta nunca te has subido?"


-"No, nunca"


-"Bueno, siempre hay una primera vez. Todo mételo a la mochila y cuídate. No es difícil solo, mira aquí en mi cartera está la tarjeta, solo pasas a taquilla y le metes 20 pesos con eso pasas. Y ya solo seguir la ruta"


-"No puedes llevarme?"


-"Nah, la gasolina también cuesta como para andar dando vueltas y tengo cosas que hacer"


-"ok... Espera, cosas que hacer? Que vas a hacer con mi cuerpo?"


-"No nada niño, solo debo de ayudar a un compa a una chamba que le salió, no te preocupes te voy a cuidar bien"


-"Más te vale"


-"Oye una cosa más, ya hemos pasado tiempo juntos, y ahora sí es importante, como nos llamamos?"


-"Bueno, yo me llamo Edwin y tú?"


-"Andrea, jajaja que cagado ni nos presentamos tal cual nunca, ah espera un poco"


Por último saco un frasco de la mochila y me rocío con el, tenía un olor muy frutal, dulce y suave


-"Sobres, pa que huelas rico, ya estás niño, nos vemos al rato, ponte chido! Ahí cualquier cosa está mi teléfono, tiene contraseña de huella no creo que haya problema y ahí en la cartera hay dinero y la tarjeta del metro, nomás no vayas a gastarte mucho"


-"Ok, nos vemos al rato, a ver qué pasa"


-"Sale, suerte vecinita Andrea"


Me baje del carro y me dió una nalgada muy fuerte que sonó en seco que hasta me dolió.

Yo ya solo quería que esto terminará, así que me apure y entre por primera vez al metro




domingo, 11 de abril de 2021

Mi vecina la neni #3 ✿

 Me imoresiona todo el apoyo que he recibido, gracias por sus comentarios, así dan ganas de continuar. Aquí les dejo con un capítulo más largo, sin duda mi favorito de todo lo que llevo de esta historia, ojalá no les moleste el exceso de imágenes, pero así me gustó a mi, irla escribiendo en base a las imágenes, a veces puede que no cuadren al 100% pero hago mi esfuerzo por mantener la fantasía. Espero lo disfruten mucho, los quiere... Corrin ❤️

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Descanse un poco y trataba de imaginar que esto simplemente era un sueño muy bien imaginado, seguía apachurrandome por todos lados esperando despertar, cosa que nunca sucedió.

De repente tuve una sensación extrañamente familiar. Sentí una presión en el abdomen, y comencé a darme cuenta de que en medio de las piernas tenía una sensación de incomodidad, rápidamente la presión en el abdomen se hizo más fuerte, recordé que mi madre una vez me dijo que las chicas no pueden aguantar tanto más ganas de ir al baño, así que lo más seguro fue que era eso.


Muy rápidamente me levanté, fui tan rápido como pude al baño. Encendí la luz y ahí me encontré con la taza, rápidamente la abrí, estaba a punto de bajar la tanga para sacar mi cosa y orinar. Las ganas eran tan fuertes que se me salió un pequeño chorro que se deslizó por toda la pierna hasta llegar a los tobillos donde se encontraron con las calcetas coloridas que tenía, emapandolas de ese líquido. Me sentía incómodo y sucio, cuando por más que lo evite, no me pude librar, di la vuelta, baje la tanga y me senté rápidamente, abrí las piernas y a través de ese par de labios empezo a fluir el líquido. Fue toda una sensación de alivio, y a la vez un poco exitante, ya que podía sentir como fluía a través de esa nueva abertura. Sin duda una sensación muy diferente a orinar parado como hombre.


Termino de salir todo y me quedé un poco asombrado apreciando lo que me faltaba de ver. 

Era sin duda una vista muy diferente, como hombre siempre era ver mis jeans hechos bola junto con los boxers debajo junto con mis piernas peludas. Ahora esa tanguita que tenía se sostenía de mis suaves y tersas piernas depiladas y a lo lejos aquellos pies pequeños con coloridas calcetas.


Me quedé viéndolo un poco, tome la tanga y vi la parte de enmedio como tenía una mancha blanca que se veía algo fresca, toque un poco el líquido, y al parecer era lo que sentía hace un rato cuando desperté. Acerque mis dedos, los olí y tenían un olor como de sudor pero con una fragancia peculiar, no olía a sudor oloroso y fuerte de un hombre, sino a un sudor delicado y suave.



Ya totalmente asqueado pero intrigado, tome un poco de papel y me limpie ese líquido blanco, recordando que faltaba una cosa más. Tenía que limpiarme la vagina, "hay por dios, esto es verdad? Tengo que limpiar... Mi vagina?!?!"

Aunque no quisiera no tenía de otra. Tome unos cuantos cuadritos, los enrolle en la mano, me levanté un poco, cerré lo ojos y con una actitud de asco, pase el papel de atrás hacia adelante.

Recorriendo por primera vez desde esta perspectiva aquellos labios húmedos chocando contra el papel suave y absorbente. Trate de hacerlo rápido y aún así fue una sensación muy fuerte el choque de papel con mi carnosa vagina. Por curiosidad tome otro papel y para que quedara bien, lo pase más fuerte y lentamente sobre ella, generando una explosión de placer. Era muy intenso, mucho más que hace rato que jugué con sus pezones. Trate de evitar más cosas placenteras, así que ya rápido tire el papel y me levanté para jalarle a la taza. Tome esa tanga que tenía y la puse en un bote de ropa sucia que encontré atras de la puerta, dónde me quedé viendo cómo habían mucho más ropa interior, jeans y blusas ya usadas por la vecina, todas expidiendo un olor a sucio, pero al igual que sudor, un olor a sucio muy diferente al de nosotros. Un olor entre dulce y encantador, mezclado con agrio y a suciedad en general, pero con un delicadeza muy presente.




Me preocupo ver tantos calzones tan femeninos, sin duda no quería seguir usando uno de esos todo el día.

Me lave las manos, fue algo difícil por las uñas largas, pero las lave bien y pude verlas, ver los dedos gorditos y pequeños, y de nuevo aquel tatuaje que tenía.

Tome un poco de agua y me la heche en la cara, ya estaba descartando al 100% lo del sueño.



Me seque y regrese al cuarto así sin nada abajo, solo los calcetines ,abrí un cajón. Toda la ropa seguia igual de femenina, la moví un poco y saque varias prendas, al final tome la "menos femenina" que encontré. Que fue una truza rosa, ya se, menos femenina y rosa, pero al menos no era una tanga ni un cachetero. 




La tomé e hice bola con el puño dándome coraje, pero no tenía de otra. La puse sobre la cama y era lo más cómodo y menos sexy que encontré. Aún así tenía un pequeño lazo rosado muy muy suave. La puse en el suelo y comencé a subirla por ambas piernas, al llegar a dónde debia de ir sentí como se acoplaba a mi nueva figura, como enmedio de las piernas tenía un corte y doble tela que tenía una textura diferente. La jale y solté para ver si se soltaba un poco más, y fue mi error, era muy pegadita, y tomo la forma redonda de los glúteos de una forma muy natural.



Continué buscando algo para abajo en su closet, no encontraba más que shorts súper cortos, casi del tamaño de mis boxers o menos, y faldas o leggings con estampado. Tome unos leggings negros, que veía que eran lo que más se acercaba a un pants y sin ningun estampado. 


Si pensaba que los calzones eran apretados estaba en un error, estos leggings eran mucho mucho mas apretados. Poco a poco los fui subiendo, por dentro tenían una textura muy suave como de peluche, que se sentía bien al rose de las piernas sin pelos. Al llegar a la parte de arriba subieron por lo elástico, se sentian apretados, pero no era incómodo, tal vez la no tener nada entre las piernas que les estorbe, se adaptaba a la perfección, lo subí hasta el ombligo  donde se agarraron de las caderas. Pase mis manos y podía sentir como se remarcaba el calzon tanto por delante como por detrás, dejando esa marca tan característica de jeans o leggings pegaditos.


Me senté un poco me quite los calcetines que seguían mojados de hace rato, pude ver qué en aquellos pies pequeños con unos dedos muy chiquitos, también tenía sus uñas pintadas de color rojo, pase un pie sobre el otro acaraciendolos entre ellos, sintiendo el como la piel sin pelos chocaba entre si de una forma bonita y que me causaba gracia que yo al estarlos moviendo poder apreciar esos detalles.



Me levanté y ya estaba listo para irme cuando en el piso del cuarto ví una prenda que olvidaba que me faltaba. Ví tirado en el suelo junto con a un short de mezclilla un brassiere de color azul, medio descolorido. Ahí si no podía ponerme a buscar uno "menos femenino" porque en si la prenda era única y exclusivamente de ellas. Lo tome y le di una revisada, no tenía encajes ni nada por el estilo, era liso. 



Pensaba en irme y no ponerme nada, pero todo este tiempo que llevaba, en cada paso las tetas se movían como querían, sin control y me estaba empezando a desesperar y a causar dolor en la espalda. 

Lo levanté y vi la etiqueta, su talla era 34C, no tenía ni puta idea de tallas si era chica o grande, no se para nada como se medían.



Me quite la blusa con la que desperté, y por primera vez pude ver sus senos al aire, es más, son los primeros senos que veía de una mujer real, fuera del porno, el suelo de todo chico, solo que había un detalle, se encontraban en mi pecho!!! El ver cómo la gravedad actuaba y los movía y separaba cada una para un lado me saco de onda, así como al ver esos grandes pezones café claro que tenían una gran aureola a su alrededor. Empecé a tocarlos un poco, los cerraba entre ellos haciendo esa inconfundible línea entre ellos, un gran escote que podía ver. Los apreté un poco más, hasta que se pusieron duros de nuevo, junto con el aire que circulaba al estar totalmente desnudos, me dieron escalofríos y sentí de nuevo calor.



Cuando los solté, di un vistazo al espejo donde veía a la vecina con cara de preocupación, mi expresión de preocupación. 


Me estaba arrepientiendo de verlas al espejo, pero la verdad no sé si porque son las primeras tetas que veo, pero era otra sensación verlas en vivo y más sentirlas y jugar con ellas en carne propia 


Tome aquel brassiere, lo puse sobre la cama y me aventure a ver cómo podía ponermelo.

Por curiosidad tome cada copa con una mano y las puse sobre cada pecho. Electricidad corrió por todo el cuerpo al chocar los pezones erectos con lo suavesito de las copas. Se sentían como esponjas, reaccionando, los estruje con una fuerza mucho mayor, incluso me dolieron de tan fuerte que los apreté, pero se sintio tan bien que me sorprendía que solo eso daba más placer que venirse como hombre en una paja.



Trate de ignorarlo para que se me pasará la calentura, metí ambos brazos en cada tirante, deslizandolos hasta los hombros, solo faltaba el paso final, abrocharlo por detrás, trate de hacer los brazos hacia atrás para poder juntar los broches, cosa que fue muy difícil y raro. Mientras mis estiraba, sentía como se presionaban aún más los pechos que ahora más que nunca se movían como locos. Di como 3 vueltas al rededor de mi para poder enganchar el broche y que se fijarán. 

Luego luego al cerrarlo pude sentir parecido a cuando me llegue a poner una faja cuando me fui un verano a trabajar de cargador, solo que en el pecho.

Se sentía como se enderezaba mi postura para parame más recto, y ahora la presión se encontraba en mis hombros, en los tirantes en dónde caía el peso de ambos senos. Ahora podía ver una gran diferencia de todo el tiempo que estaban al aire libre, todos desparramados, cada uno por su lado, ahora descansaban en sus copas, distribuyendo el peso en ambos lados y se juntaban para formar un escote y vaya que escotazo, sin duda la vecina estaba más pechugona que mi madre.


No sé si era mi idea o me quedaba chico, aparte de mis brazos llenitos y aguados, aquellos senos alcanzaban a salirse un poco, mostrando escote de más.

Hice una pose se fuerza viendo el espejo, dándome risa y curiosidad, viendo a esa mujer con leggings que se le marca las panties, con un brassiere azul que le queda apretado de tan grandes senos y unos brazos y piernas aguaditos y grandes. La vecina podría estar algo prieta, gordita y algo fea de la cara, pero nada que gimnasio y maquillaje pudiera arreglar. 


Me puse de nuevo la blusa que tenía, pero me sonroje y me dió pena ver cómo a través de ella se podían ver los tirantes y un poco el brassiere asomado mostrando un escote prominente, marcando esos pezones como antenas .

Así que busque rápido algo para cubrirme, que ni de loco iba a salir enseñando tanta carne busque lo más cubierto y de nuevo, lo menos femenino fue una playera de manga larga rosada con estampados negros con un diamante y palabras como pink y love. 


Seguia siendo algo femenino, pero al menos me cubría mas. Me lo puse y por último revise sus zapatos, había muchos flats, sandalias abiertas y tacones, lo mejor que encontré fueron unos tenis tipo Converse pero de color rosa. Los tome y me puse la prenda menos rara, unos calcetines blancos comunes y corrientes, me dió risa ver cómo al ponermelos veía como esas uñas rosadas se escondían en esos calcetines y tenis rosados.

Amarre las agujetas, me levanté algo agitado después de que al ponermelos todo todo, aquellos senos, la barriga y las piernas anchas, se aprentaran al hacer esfuerzo.



Tome un respiro, me levanté al espejo y di un par de vueltas. Me sentía extraño pero de alguna forma me dieron ganas de posar, di un par de vueltas aún sorprendido, como si la tipa del espejo fuera una película, hasta que bajaba la mirada y recordaba la verdad. Tome mi cintura con una mano y aunque estuviera algo gordita, si se le marcaba cintura, aún seguía con mi cara de enojado,preocupado. Super extraño era voltear a ver todo eso, más que nada al voltear a ver a la playera, aunque los escondiera, ese par de senos resaltaban estirando la tela y marcando ese monte redondo, al igual que ver abajo a los leggings dónde se veían bien marcadas esas piernotas y sobre todo en medio dónde resaltaban los calzones remarcados en la cintura y el centro dónde ahora no había absolutamente nada, todo era cubierto por esa tela elástica y brillosa.

Di la vuelta antes de salir e igual viendo de reojo asombrado por esas curvas que estaba presentes en todo el cuerpo, destacando aquellas que se formaban en los muslos para dar paso a tremendo par de nalgas, que aunque estaban caídas, seguian formando esa forma tan redonda y carnosa terminando en la cintura.

Me di un último apretón y una nalgada fuerte en la nalga y procedí a abrir la puerta para salir.



Según yo trate de verme lo menos femenino y aún así me miraba como toda una señora, como toda una neni.


jueves, 8 de abril de 2021

Mi vecina la neni #2 ✿

 Gracias por su recibimiento, sin duda me alegra que me reciban de nuevo con los brazos abiertos. Aquí les dejo con el segundo capítulo de esta historia, espero les guste!

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Esto parecía un sueño, uno muy bizarro, voltee a todos lados y pude observar que la casa era muy parecida en cuanto a distribución, solo que lo de adentro estaba acomodado de diferente forma, todo muy viejo, y femenino, eso me recordó algo y me hizo recordar mi situación, porque estoy en el cuerpo de una mujer?

Poco a poco fui recuperando la conciencia. Toque mi cara y efectivamente, mi barba y bigote habían desaparecido, tenía unos labios más carnosos y gruesos, baje al cuello y tenía una cadenita dorada muy delgada y unos aretes a juego. Baje un poco más la mirada y pude ver un gran escote, con un par de senos de tamaño generoso y muy redondos, decidí acercar mis manos y no sé si porque eran muy grandes los senos o mis manos más pequeñas pero fue impresionante sentir como no cabían en las manos, eran muy grandes, comence a amazarlos como si fueran harina para pastel, era una sensación muy extraña, se sentían tan suaves en las manos, pero al mismo tiempo tenía una sensación de firmeza y presión en mi pecho, poco a poco la sensación se hizo más intensa, comenzar a jugar con ellas.




Las aprerujaba como si fueran dos pelotas antiestres, fui sintiendolas cada vez más hasta que fui al centro de ellas y pude sentir como ambos pezones se sentían extremadamente duros, tome ambos y los pellizque bruscamente, era como tener una erección en cada uno de ellos, pero multiplicado 10 veces. 

Me mordí los labios fuerte, baje las manos hacia la cintura, era algo llenita, tenía una barriga bastante amplia, con algunas estrias, no se porque pero me estaba emocionado mienttas tocaba mi barriga dando círculos y pellizcando lo gordito que sobresalia, toda la piel era bastante suave y fuera de que estuviera más oscura, tenía buen estado.

Yo no quería seguir pasando por esto, pero inconscientemente esa calentura y placer que había sentido me hacía continuar explorando.

Pase mi mano sobre el pequeño short de changos, era bastante suave, parecía de peluche. Recorrí con mis manos la parte de enfrente y pude sentir por primera vez en mis 19 años de vida, como no había nada, era totalmente plano. Me sorprendi, pero pues era más que obvio, era una mujer al 100% seguí sobando esa parte por encima experimentado el placer de esa planicie. 

Al sentir algo extraño, me levanté de jalón. Así que procedí, a sentir la parte trasera de lo que contenía ese short. Un par de nalgas bastante prominentes, se sentían algo aguadas, pero aún así tenía buen tamaño, al igual que con las tetas, las apreté fuertemente sintiendo dolor y exitacion, tampoco cabian en mis manos macuradas, me di un par de nalgadas y disfrutaba oír el sonido de la carne golpeandose. Pase mis manos en círculos hasta que sentí en medio de ambos bultos de carne algo que me estorbaba, metí el dedo y no me lo podía creer. Había un pequeño resorte entre ambos, cerré los ojos, me tomé la cabeza con ambas manos y dije con mi nueva y dulce voz "No mames, que no sea lo que creo que es!"

Aún con los ojos cerrados baje los pequeños shorts y los avente lejos. Baje poco a poco la cabeza sintiendo el peso del largo cabello.

Procedí a abrir los ojos y entre en shock cuando confirme lo que penseba hace un momento.

"Es neta?!? Una tanga!!! Es lo que me faltaba!!!"


Aún no lo podía creer. Está vieja dormía en tanga, era impresionante. Ya había visto una que otra vez tangas en modelos y recordé que a veces cuando subía a colgar mi ropa, ahí encontraba secándose varias de estas prendas de las vecinas, lo cual me incomodaba y me daba curiosidad. Pero de eso a estar de repente de un día a otro en el cuerpo de una chica, vistiendo una, era imposible de procesar.

Al recorrerla poco a poco, seguí los tirantes de cada lado donde estaba suspendida y fui sintiendo como se sostenía de mis nuevas caderas anchas, los seguí recorriendo hasta que ambos tirantes intersectaron en la parte trasera en una pequeña y suave tira de encaje que era lo que estaba introducido en medio del trasero y dividiendo ambos glúteos dándoles una forma aún más redonda.


Esto era otro nivel , mi mente estaba a punto de explotar. 

Me di un par de vueltas apreciando el choqie del aire frío con mi trasero, sin duda estaba muy carnoso, sin tanta forma y con algo de celulitis, pero tenía un buen tamaño

Después de rebotar mis grandes glúteos de nuevo, decidí sentarme una vez más. Ahora sintiendo como si estuviera sentado en un par de almohadas, aumentando la altura de dónde estaba sentado. Tan grandes eran que no me había percatado de eso aún.

Ya sentado procedí a acomodarme una vez mas para poder observar la prenda tan femenina que estaba vistiendo, mesiendome con dificultad por el como se meneaban sin control los senos a cada pequeño movimiento.

Y ahí estaba. Aquella planicie que cualquier hombre deseaba, pero conocer, no tener una de ellas, cosa que me estaba pasando a mi.

Di un pequeño vistazo, era tan detallada, tan diferente, tan... femenina, la aprecie y pude ver aquella tela semitransparente como con detallado de flores o algo así, creo había llegado a oír qué es a lo que llamaban encaje baje ambas manos y pase muy delicadamente los dedos sobre el encaje, era muy muy suave, y era muy discreto pero tenía una sensación muy peculiar es remarcar las líneas de ese encaje, que provocaban un poco de cosquillas en aquella zona pélvica sobre la cual se alcanzaba ver entre lo transparente un monte, una pequeña endidura con la forma de W que se encontraba más abajo, toda esa zona estaba cubierta por una paca de bello muy fino, yo también tenía bello en mis testículos, pero aún así me dió un poco de asco. Eso me dió nervios y pena, cerré las piernas de golpe y me sonroje, cerré los ojos y pude sentir como se apreciaba una sensación de humedad más abajo de donde se estaba acercando mis dedos. Aparte se amplificó la sensación de la presión de esas líneas de encaje tan delicadas sobre toda la zona.



Sin duda estaba perdiendo el control, estaba a punto de levantar la tanga para encontrarme con lo que ya sabía que tenía pero estaba aún por describir. Cuando de repente escuché como tocaban fuertemente la puerta. No sabía que hacer, así que fingi no estar y guarde silencio.

Tocaron otra vez con más insistencia. Planeaba seguir escondiendome cuando de repente escuché una voz, mi voz 

-"Camara niño, ya se que estás ahí, abreme y te explico todo"

-Me sorprendí completamente, era exactamente mi voz, tome el short que había lanzado, me lo coloque rápidamente para no levantar sospechas. Cuando me acerque a la puerta, lo ví por primera vez. Ahí estaba en un espejo, el rostro, el rostro de la vecina molesta que tanto me caía mal.

No no no, no podía ser posible. Era totalmente ella, me pare frente al espejo y se podía la cara de la vecina, bueno, ahora mi cara con una gran sorpresa, hice un par de gestos y el espejo los replicaba totalmente, me pellizque de nuevo los cachetes grandes que tenía y me dolió, incluso ver mis nuevos brazos aguados y tocarlos sentí como esto definitivamente no era un sueño.

-"Ya niño, ya abreme antes de que venga alguien de chismoso"

Me acerque a la puerta, agarre el pomo mientras veía mis uñas de colores. Tome un gran respiro y abrí la puerta. Ahí estaba, sin duda era yo, bueno, mi cuerpo, mi ex cuerpo ahí parado en la puerta, desde esta perspectiva tenía que voltear hacia arriba para verlo, era mucho más alto. Quedé impactado al verlo como si nada, completamnete arreglado con ropa diferente al día de ayer.

-"Buenos días vecinita, que guapa, puedo pasar?"

-Me dijo mientras me giñaba un ojo.

-No supe cómo reaccionar así que me moví a un lado y lo deje pasar para cerrar la puerta.

Se fue directo al sillón donde había despertado, se acomodó de una forma muy segura, subiendo los pies a la mesita que estaba enfrente.

-"Entonces como vez niño? Que aún no entiendes?"

-"Que chingados nos hiciste maldita vieja"

-"Yo? Si tú fuiste el que se veía de la patada y re bien que decías que querías cambiar tu vida, bueno, pues aquí está el resultado."

-"Hija de la chingada, tus pinches productos, fueron las gotas verdad? Eres una bruja o que chingados?"

-"Digamos que tengo contactos."

-"Hija de la chingada, porque crees que me gustaría ser una vieja prieta, gorda y naca?!?, Yo quería cambiar mi vida pero por la que tenía antes, no por una neni como tú!!!"

En ese momento la vecina se levantó en mi cuerpo, me tomo de ambos brazos con fuerza, sin duda este cuerpo era muy débil, no podía soltarme ni hacer nada.

-" Hey hey hey, a ver morrito, si se ve que eres todo un niño fresa, pero tampoco es para ir te pongas así, está bien que no soy una modelo, pero no es para insultarme así. Además, la única vieja prieta y gorda que veo, eres tú."

Tomo mi cara con una sola mano presionando mis cachetes y labios para darme vuelta la cabeza y ver al espejo, desgraciadamente tenía razón, ahora ella tenía el control de mi cuerpo y yo estaba encerrado en esta horrible situación dentro del cuerpo de una naca.

-"Si quieres recuperar tu cuerpo lo podemos hacer, pero debes de relajarte amigo. No lo veas cómo algo malo, disfrútalo, veelo como un descanso de tu vida cotidiana y una forma de interactuar con el barrio desde otra forma, igual y te encariñas y te gusta, además, puedes disfrutar este cuerpecito que tengo, que no es el mejor pero es muy placentero, ver cómo es ser una señorita, te puede llegar a gustar, te lo digo por experiencia"

Me soltó, me dió una vuelta como de baile y me dió una nalgada. Yo solo me sonroje y recordé lo que había sentido hace rato cuando me explore.

-"Tu tranquilo y yo nerviosa, mira, tu diviértete y yo aquí te cuido mi cuerpo, hoy tengo un par de entregas que hacer, está relax. Ya en la noche puedes hacer lo que quieras. Distraete un poco, total, todos me conocen en el barrio, puedes salir sin pedos y todos te van a tratar chido" 

-" Y bueno, que dices, quieres fingir ser yo por unos días?, Bueno te lo pregunto por tontería porque se que no te queda de otra"

Y tenía razón, está vieja estaba loca, pero debía seguirle la corriente para que accediera regresarme mi cuerpo

-"Bueno, pues ya que. Pero no hagas nada malo con mi cuerpo, tu maldita!"

-"Jajaja no como crees muchacho, solo quiero salir a pasear por ahí, eres un morro de 19 años, güerito, de carita y por lo que pude sentir, tienes un buen pedazo de carne allá abajo"

Me sonroje de nuevo, está vieja solo quería provocarme.

-"Ándale, ve y cámbiate, te llevo al primer encargo y de ahí te sigues con los demás"

-"Pues ya que!, Oye creo que necesito ayuda, por si no lo vez, nunca he sido una mujer, no se que me debo de poner o que!'

-"Ah si cierto, a ver ven!"

Me tomo me la mano y me llevo a si cuarto, me senté en la cama y comenzó a sacar mucha ropa de los cajones. Tenía demasiada variedad, vestidos, mallones, faldas, shorts, blusas, zapatos.

-"Dame lo menos femenino que tengas, no creas que me voy a poner una falda o algo de eso. Y por favor, unos calzones normales, que está cosa es súper incómoda, en serio las chicas duermen con esto?"

-"Ahhh si cierto, ayer me deje la tanga jajaja, lo siento muchacho, venía medio peda y me la dejé, no sé cómo se te haya marcado por tenerla toda la noche, espero no lo hayas dejado mojadita jajaja."

En eso saco mi teléfono y contesto unos mensajes. 

-"Bueno niño, ahí ponte lo que quieras, al fin nomás vas de rápido a entregar unas cosas. Deja bajo a calentar el carro de mi compa el Jonny que me prestó y ahí te llevo."

Salió rápido de la habitación y ahí me encontraba con un dilema al ver todo su closet y las prendas que sacó con tantas prendas tan diferentes. Que debería de ponerme?





lunes, 5 de abril de 2021

Mi vecina la neni #1 ✿

 Hola a todos, se que deje morir el blog muy feo. Pero siempre he seguido por aquí, desde las sombras. He tenido un poco de tiempo libre e inspiracion. Espero les guste la historia que he estado haciendo, es un poco diferente a lo que había hecho, tengo unos cuantos episodios. Ojalá la lean y alguno comenté a ver si me animo a seguir con esto aunque sea esporádicamente. Un gran saludo a todos


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Soy Edwin hace unos meses cumplí los 19 años. Hace tiempo nos mudamos a un nuevo barrio, a mis padres no les estaba llendo bien con su trabajo y nos tuvimos que cambiar de casa a un lugar donde la renta fuera más barata. Era un barrio más humilde dónde habían personas más peligrosas y sin estudios, para no decirles nacos. 

Todo esto estaba siendo un tormento para mí, cada que salía me encontraba con chavos fumando marihuana o tomándose su caguama sentados en las banquetas, ni ganas de salir me daban.

Siempre que salía, una vecina de esas "nenis" trataba de tener contacto conmigo. 

Yo trataba de evitarla pero era muy insistente, se ponía en la entrada del departamento y siempre trataba de hacerme la plática. Ella era algo gordita, se didicaba a vender cosas piratas como ropa, bocinas, maquillajes y esas cosas que suelen comprar de moda como peluches de pulpo.

En varias ocasiones trataba de venderme perfumes, que por supuesto, eran piratas y no me interesaban. Ya estaba harto de ella, un día que me fue mal en la escuela, venía de regreso y un par de sujetos me amenazaron y me quitaron los únicos 200 pesos que me quedaban. Fue un pésimo día, y para rematarla, la vecina me detuvo en la entrada. 


-"Que paso vecinito, como anda?"

--"Mira, tuve un pésimo día, por favor cállate y déjame entrar a mi casa!"

-"Hay vecinito, porque me habla así, mire, justo aquí tengo este liquidito que le puede ayudar, se le pone unas gotitas a una tasa de té y veera como se soluciona todo"

--"Por favor, deja de estar chingando, una vez más con tus productos piratas de mierda, además me robaron, no tengo dinero y ni me interesa compraré nada, quítate porfavor!"

-"Hay no se enoje joven, no osea preocupe, estás van pro mi cuenta, usted tomeselas, se ve que las necesita"

Ya para que me dejara en paz tome su frasco y me metí a mi casa.

Mis padres no estaba y me moría de hambre, me encerré a mi cuarto sintiéndome miserable. Avente mi mochila, me acosté y me puse a ver mi celular. Mire viejas fotos cuando nuestra vida era mejor, todos sonriendo, sin problemas económicos, todos juntos y felices. Sin duda detestaba mi vida, avente el teléfono y me puse a llorar, deseando con todo mi ser que no vida cambiará, estaba harto de estas semanas dónde todo se fue al carajo desde que nos mudamos.


Aún tenía hambre, pero me sentía devastado, simplemente me hice un té de tila, de dos que compraba mi mamá, para relajarme. Mientras lo hacía recordé las gotas que la vecina castrosa me había dado. Las leí y decía "gotas cambia vida, si quieres un verdadero cambio, tomate estás gotas, remedia todas tus penas y librate de tus pesares" supuse que eran de esos productos milagro que vendían que según solucionaba todo, como pomadas o plantas milagrosas que casi siempre eran estafas. Pero no tenía qué perder, así que mientras le hechaba azúcar a mi té, le heche unas cuantas gotas.


Sabía delicioso, no me imaginaba que tuviera un sabor tan dulce.

Me lo termine en un par de tragos y me dirigí a mi cama.

Poco a poco fui sintiendo calor y empecé a sudar. Cómo me relajo mucho, tome mi teléfono y mire mi Instagram, chicas tan hermosas por todos lados, que no hacían nada más que lucir lindas, sacarse fotografías y con eso ya tenían su vida arreglada, sin preocuparse de nada. Sin duda las envidiaba en este instante. Ya mis ojos se cerraban, así que puse a cargar mi teléfono y me dormí. Esperando que mañana fuera un día mejor.


El día siguiente amanecí con un fuerte dolor de cabeza. De alguna forma sentí dolor en varias partes de mi cuerpo. Me sentía más cansado, como si no hubiera dormido agusto.

Levanté las cobijas y voltee a dónde siempre a ver mi teléfono, no lo sentí así que abrí los ojos, cuál fue mi sorpresa que estaba acostado en un sillón café. Fue raro ya que nuestro sillón era verde. Procedí a sentarme y me costó mucho trabajo levantarme, me sentía muy pesado. Cuando me senté sentí incomodidad, me picaba la cara, en ese momento me quite el pelo castaño oscuro que me estorbaba, pero espera... Porque me estorba el pelo si lo tengo corto?

Me jale el pelo y me dolió, todo se descontroló en cuanto ví mis manos, eran más oscuras, y no solo eso, sino que tenía las uñas maricuradas, con diseños y colores muy exagerados, las voltie un poco y pude ver qué tenía de lado un tatuaje de una ancla. Supe que algo andaba mal, así que me senté bien y desperté completamente, no me lo podía creer, estaba vistiendo una pequeña blusa rosada y un muy corto short azul con dibujo de unos changos que no se podía apreciar bien por lo corto y porque me estorbaban los senos, espera! Porque tengo senos?!?! En ese momento estaba congelado, como era posible esto, grite muy fuerte y de mi gargantao sonó una voz muy femenina. "Que chingados?"



viernes, 7 de septiembre de 2018

El plan fallido - Mini historia (Explícito)

Hola a todos. Estaba tranquilamente escribiendo una cap con esta imagen, cuando de repente me emocioné y terminé escribiendo demasiado que no iba a caber en una imagen, así que termine haciendo una mini historia de un solo capítulo. Por ahora es la más explícita que he escrito, me falta experiencia pero espero les guste 😊

Ricardo era un chico algo tímido, pero de buenos sentimientos. En preparatoria todos sueñan con estar con la chica mas hermosa de la generación. Pero para Ricardo como para muchos más, eso era imposible. Y más que ahora Silvia, la chica mas hermosa de la escuela estaba con el galán que todos envidiaban, Sergio. 
Todos los chicos envidiaban profundamente a Sergio, y más que se sabía que tenía relaciones con Silvia. Ricardo se transtorno mucho con ello, y sabía que la única forma de estar con Silvia era raptandola o siendo Sergio, así que después de una larga búsqueda en internet, consiguió en una página de la india unos binoculares que prometían transmitir su alma al cuerpo que apuntará. Parecía algo tonto y una estafa, pero Ricardo estaba muy desesperado así que gasto miles de pesos en ese dispositivo.

Llegó la hora de usarlo y le contó su plan a su amigo Gustavo, el cual estaba muy incrédulo, pero aún así decidió apoyarlo. 
Su plan era sencillo, seguir a la pareja después de la escuela, asomarse por la ventana y usar los binoculares. Mientras Ricardo despertaba en el cuerpo de Sergio, Gustavo recogía su cuerpo inerte, y esperaba a Ricardo en la entrada de la casa para ir a dejar su cuerpo a su casa.

Todo iba a la perfección, llegaron, esperaron a que Silvia y Sergio entrarán a la casa de Sergio, el cual vivía solo. Pero no esperaban que tuvieran sexo, tuvieron que esperar una hora con la rabia de escuchar a ese tipo darle placer a la mujer que ambos deseaban profundamente tener.

Después de esperar a que terminaran y que ambos se durmieran después del sexo, era hora de actuar, así que Ricardo se subió por la reja para tener una visión directa a su objetivo Sergio, se colocó los binoculares y rápidamente presionó el botón.

Poco a poco recuperó la conciencia, al principio le pareció raro que estuviera sentado, ya que los dos se encontraban acostados, cuando poco a poco fue reaccionando sintiendo algo muy suave sobre su piel, ese largo cabello lacio que estaba estorbando su vista. En ese momento supuso que algo estaba mal observó hacia abajo y vio un par de pechos, aquellos que tanto deseaba poder ver ahora los tenía en su propio pecho.
Paso su mano en la entrepierna y pudo confirmar lo que temia, no había nada, ningún rastro de su amigo, simplemente estaba la vagina de la chica que tanto quería.

Se encontraba en ropa interior y sentía algo de calor en todo su cuerpo, puesto que acababa de tener sexo, sentia cada vez más su corazón latir al 100% mientras empezaba a tocar sus deseados pechos.

Se levantó rápido hacia el baño de la habitación tratando de hacer el menor ruido posible. Cuando se vio en el espejo quedó impactado, su reflejo era exactamente la imagen de Silvia, cada acción  que realizaba se plasmana en ese  espejo. Tocó  sus tetas de nuevo, sintiendo la suavidad de sus pezones rozando con el brassiere, así mismo se dió la vuelta y observo su gran trasero remarcado por la tanga que ahora se metia en sus dos nuevos glúteos, se dió un par de nalgadas y  estaba disfrutando sin duda era algo real, los binoculares habían funcionado de maravilla. Recordó el plan y sabía que tenía que ayudar a Gustavo con su cuerpo que había caído fuertemente al quedar sin alma dentro de él.

Ricardo salió del baño y sin hacer ruido tomo la ropa que Silvia había vestido esa mañana. Un vestido blanco y negro con partes cuadriculadas y un par de sandalias de tacón negras. No estaba muy de acuerdo con tener que usar eso, en especial los tacones, pero no tenía otra opción al estar así. Cuando abrió la puerta sergio lo tomo del brazo y le dijo entredormido
-A donde vas mi amor?

Ricardo no sabía qué hacer, estaba preocupado y nervioso, así que improviso.
-Ahorita vengo mi amor, tengo que recoger un paquete que me enviaron.

-Claro chiquita.
Soltó su brazo y cuando se volteó le pegó una nalgada, lo cual hizo sonrojar enormemente a Ricardo, quién salió despavorido de la habitación.

Ya afuera rápidamente tomo el vestido y lo puso en el suelo, vio que había una diadema blanca, conjunto del vestido y se la coloco para tratar de controlar ese largo cabello que le estorbaba, ingreso sus dos hermosas y bien formadas piernas dentro del vestido y poco a poco lo fue subiendo sientiendo como lo ajustado de la tela cada vez se adhería mejor a su cuerpo, remarcando sus curvas y atributos femeninos. Era muy corto y Ricardo se sentía humillado al tener que usar eso y más con el frío que circulaba por sus piernas y la presión que sentía del vestido.

Agarro con una mano los zapatos y bajo las escaleras. Cada paso que daba, cada escalón que bajaba podía acentuar cada nueva carácteristica del cuerpo que ahora portaba, el rebote de sus senos al bajar, el movimiento involuntario de caderas y el nuevo tamaño de sus piernas y pies que le daban dar pasos más pequeños.
Se sentó en el último escalón y coloco los zapatos en el suelo. Metió ambos pies, los cuales descubrió que estaban muy bien cuidados, como pudo se agachó sientiendo como estorbaban y se apretaban sus pechos, los amarro al rededor de sus pies y trato de levantarse, lo cual le resultó difícil al tener un tacón alto.

Cómo pudo iba caminando tratando de no caerse, ya que no estaba para nada acostumbrado y nunca creyó pensar usar un calzado así.
Salió corriendo hacia donde debía de estar Gustavo con su cuerpo y ahí los encontró, cual fue la sorpresa de Gustavo cuando esperando a que no funcionará o a que llegara su amigo en el cuerpo de Sergio encontró a la chica de sus sueños caminando extrañamente gritando Gustavo!!!! Gustavo!!!!

-Pero que? Ricardo eres tú?
-Si, los binoculares funcionaron, todo iba bien, hasta que por mala suerte mia Silvia se levantó de la cama cuando estaba apuntando hacia Sergio y pues mírame ahora.
-Y ahora qué hacemos?
-No lo sé!!! Por lo mientras hay que huir o por lo menos esconder mi cuerpo, si alguien nos mira así pensaran que me mataron y llamarán a la policía.
-Rapido, hay que meter tu cuerpo. No puedo creer que en verdad funcionara. Y menos que tú estés ahí dentro hermano!!! Dime, que se siente.
-Ahora no tengo tiempo para eso, debemos resolver esto.
-Claro, yo cargaré tu cuerpo y tu toma los binoculares. Hay que meterlo a la casa.

Y así fue, Gustavo tomo el cuerpo de Ricardo del piso, mientras veía a lo lejos como Ricardo batallaba para agacharse a recogerlos, mientras veía el buen culo que Silvia tenía.
-Oye por cierto, que buen culo te cargas Ricardo.
-Callate idiota
-Oye tranquila mujer, quién te manda a estar en el cuerpo de la chica mas bella. Mira nomás que bien te vez.

De nuevo Ricardo se sonrojo y sin querer disparo una sonrisa.


Ya que entraron dejaron el cuerpo de Ricardo en el suelo y ambos se sentaron en el sillón. Ambos se encontraban muy nerviosos en especial Ricardo, ya que aún no podía procesar lo que estaba pasando.

De repente se oyó que abrieron la puerta del cuarto de arriba. Era Sergio que ya había despertado. 
-¿Qué pasó? ¿Que paquete te dejaron si estamos en mi casa?
-Esteeeeee... Nada amor, debiste de escuchar mal.

En ese momento bajo Sergio algo enojado y explotó a ver a Gustavo escondiéndose de él.
-¿Que hace este tonto aquí? Tienes que explicarme Silvia!!!.

Rápidamente Gustavo antes de que lo golpearan tomo los binoculares y los activó. Su cuerpo se desplomó y poco a poco se reincorporo dentro de Sergio.

-No mames Ricardo, está cosa funciona!!! No lo puedo creer!!!
-Pues que más evidencia querías al verme aquí 
-Ya se, pero se siente extraño experimentarlo por cuenta propia.
Mira nada más, me siento mucho más alto y fuerte, mira nada más estos músculos!!! No te gustaría probarlos nena???
-Por favor Gustavo, esto es algo serio, no podemos dejar esto así. En primer debemos esconder nuestros cuerpos antes de que alguien llegue, no sé si alguien más llegué a esta casa o algo. Vamos ayúdame.

Muy fácilmente Gustavo levantó su cuerpo y lo metió dentro de un closet, por el contrario Ricardo estaba batallando para mover su cuerpo, su actual fuerza y delicadeza, acompañado de la incómoda ropa no lo dejaban más que arrastrar su cuerpo por el suelo, dejándolo muy exausto.

-Jajaja, quieres ayuda hermosa?
-No me digas así, y pues claro que necesito ayuda, este cuerpo es muy débil y no puedo cargarme.

Gustavo fácilmente tomo el cuerpo de Ricardo y lo puso al lado del suyo. Sin duda estaba muy emocionado y lleno de energía. Al contrario de Ricardo que estaba muy nervioso y preocupado.

Gustavo se dejó llevar, así que tomó por la fuerza a Ricardo, que con todas sus fuerzas no pudo detenerlo. Lo cargo y lo subió al piso de arriba.
-Pero que te pasa idiota? Que crees que estás haciendo?
-Pues yo solo estoy siguiendo el plan, tú querías hacer esto para tener sexo con Silvia no? Ahora podemos hacerlo juntos.
-Estas loco o que? Yo quería cogerme a Silvia, no esto. Ni pienses que me voy a dejar que me hagas eso. Eres un enfermo!!!
-Tu tranquilo, o más bien debería decir tranquila mi amor, verás que después de esto no te seguirás quejando. Si se ve que quieres un poco de esto.

Gustavo se sacó su nuevo pene el cual era más grande que el suyo y tenía una gran erección, tomo por la espalda a Ricardo y lo detuvo fuertemente sobre la cama. 
-Si re bien que te sientes exitado, hace poco habían tenido sexo estos cuerpos y aún tienen ganas de más. Tu tranquilo y yo nervioso Ricardo, te apuesto que si estuviéramos al revés tú tampoco te resistirias.
-Por favor Gustavo, ya déjame. No quiero esto.

Por más que Ricardo aguanto y se resistió, la fuerza que ahora tenía no era la suficiente para detener a Gustavo, así que por las malas su mejor amigo le quitó las bragas, le subió el vestido y comenzó a penetrarlo.




Al principio sintió un gran dolor, que poco a poco los gritos que generó se transformaron en gemidos de placer, increíblemente todo su cuerpo comenzó a actuar por si solo y a reaccionar a los estímulos que ahora generaba su nuevo sexo. Nunca había tenido sexo antes, pero lo que experimentaba era muy placentero en comparación a lo que podía disfrutar masturbandose. Se dejó llevar y sin esperarlo quedo muy satisfecho, su nueva vagina respondía muy bien al sexo, era tan sensible que cada bombeo que le daba se sentía como una corriente eléctrica que recorría todo su cuerpo, además de sentir las palpitaciones y el calor del pene de Gustavo dentro de él. Aunque el no lo quisiera y tratara evitar sentir placer por estar siendo cogido, sus cuerpos estaban hechos para atraerse entre sí y lo demostraban.
Cuando por fin terminaron, Gustavo se sentía realizado. Dejo a Ricardo en la cama que estaba pensando en lo que había sucedido, triste por perder su virginidad siendo una mujer, y vaya que mujer.

Gustavo bajo para tomar un poco de agua, cuando descubrió que la puerta estaba abierta y cuál fue su sorpresa al observar que todo se encontraba en orden, a excepción de los binoculares que ya no estaban. Los busco por toda la casa y no encontró nada. Regreso con Ricardo y le dijo la noticia.
Rápidamente buscaron en internet la página India donde había comprado los binoculares, la cual ya no existía, lo único que encontraron solo fue un error 404 y noticias sobre que habían sido detenidos.
Gustavo por su parte no le había afectado tanto, ya que ahora era el chico que todos envidiaban, tenía dinero y a la chica mas buena de la escuela.
Pero fue muy difícil para Ricardo el pensar que por el resto de su vida ahora tendría que ser Silvia, lidiar con su nueva vida y cuerpo, no estaba listo para lo que venía, su mente se llenó de pensamientose incertidumbre al pensar que no podía regresar a la normalidad y lo difícil que sería adaptarse, ya que no conocía nada de la vida personal de Silvia, además de los problemas que conllevaba ser mujer, el acoso, la incomodidad, el periodo. Cosas que nunca había imaginado tener que lidiar. Se sintió muy triste y comenzó a llorar. Gustavo lo abrazó y lo comenzó a tocar, sientiendo de nuevo la exitacion que su nuevo cuerpo tenía, volvieron a tener sexo, ahora con consentimiento y pensó que tal vez no sería tan malo acostumbrarse a ser Silvia, pues después de todo sería la chica mas popular y hermosa de la escuela, ademas de poder sentir ese placer tan inteso, poder tocar sus senos y su vagina en el momento que quiera. Todo por un plan que no resultó como esperaba.