-Vamos Dulce, apúrate que no tenemos todo el día.
-Si mamá.
Sin duda se oía muy apurada y nerviosa. No le puse más atención, así que agarre la mochila de mi hija, y saqué ese bikini de 2 piezas que me dijo que usará. Era muy pequeño, no sé cómo las chicas podían estar solo con eso en la playa. Trate de colocarme la parte de arriba, la cual fue muy difícil de abrochar. Al final después de varios intentos lo cerré y pude sentir el peso de ese par de pechos distribuidos en ambos tirantes del bikini. La tela se sentía muy delgada, como si fuera de alguna cortina o mantel. Vaya que me sentía desnudo.
Faltaba poner la otra pieza del bikini, así que me quite las bragas de mi hija, no pude observar muy bien su zona íntima, ya que el par de pechos me lo impedían, pero vaya que se sentía muy diferente a tener mi pene ahí, solo podía percatarme de que no tenía ni un rastro de pelo, estaba depilada, no sé porque pero así la tenía, trate de no hacer caso para no sentirme atraído a llevarme por el placer, así que rápidamente tome la parte inferior del bikini y lo coloque en ambas piernas. Al subirlo pude sentir como se adaptaba perfectamente a las caderas, al par de nalgas y a la vagina de mi hija, se sentía ajustado, pero muy cómodo. Voltie a ver un espejo y me sorprendió la imagen que tenía, vaya que mi hija a su edad era muy hermosa, heredó muy bien los dotes de su madre. No quería hacer nada indecente por ahora, así que tome esos shorts y vaya que eran muy cortos, mis boxers que siempre usaban eran más largos que estos. La blusa me la puse, casi no cubría nada y se sentía muy fresca, al entrar en ella pude percatarme que era una ombliguera, y en ella podía apreciar el abdomen tan cuidado que tenía. Por último solo me coloque un par de sandalias y tome la bolsa con sus cosas personales. No estaba acostumbrado a usar bolsa en el hombro, así que la llevaba en la mano.
Así me dispuse a salir de la habítacion, para encontrarme de nuevo con mi familia
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