miércoles, 1 de noviembre de 2017

Un raro poder conlleva una rara responsabilidad Capítulos 9 y 10 - Vistiendonos para salir.

No he estado tan activa como quisiera, pero paso a dejarles un par de capítulos de mi historia, unos de mis favoritos. Disfrútenlos. 


Capitulo 9
Yo no me sentí bien con eso, pero tenía razón , no iba a permitir que vieran a mi cuerpo con su ropa. Aquella vez, solo me puse su vestido, pero ahora sería mucho muy diferente, ya que sería su ropa completa y no solo eso, también llevaría puesto  su cuerpo.

Para hacerlo menos vergonzoso, tome su mochila y ella la mía y mi guitarra,nos metimos en dos vestidores separados, uno junto al otro, ella rápidamente en mi cuerpo se desvistió y me pasó su ropa por debajo del vestidor.

- apúrate, aquí está mi ropa.
-espera, no es tan sencillo como parece.

Tome la ropa de debajo y la observé detalladamente, el uniforme de la parte de arriba que era la camisa y el suéter era el mismo, azul marino con detalles en color verde y amarillo ocre, solo que la camisa era una blusa, lo ví por el corte que tenía, además que no llevaban corbata y obviamente, abajo tenía falda a cuadros del color de los detalles, verde y amarillo ocre. Las calcetas era blancas muy largas, siempre las tenían un poco arriba de las rodillas, pero aún así quedaba un espacio donde se les veían las piernas libres. También me pasó sus zapatos que eran escolares, negros, flats con correa donde tenía un broche de moño.

Lo levanté todo y lo puse en la banca que tenían los vestidores.

Procedí a quitarme un poco de ropa, le pase mis zapatos, calcetines y el suéter y se lo pase por debajo.

-ahí te va lo que falta, apúrate, que hace frío y luego tu cosa está no la quiero ver por mucho rato.

Me pasó sus aretes, anillos, un par de pulceras y su ropa interior. Eran unas panties de color azul claro, con encaje en la parte de arriba y parte lisa en lo demás, con una zona cocida en su interior donde iba su parte íntima, el corte se veía corto, de esos que solo caben las piernas y se van a la mitad de cada nalga. Y su Brassiere, que igual era azul claro, muy genérico, solo llevaba su respectivo par de tirantes y un moño de adorno, pequeño, en la parte media donde se juntaban los pechos y el par de copas en donde tenía que colocar sus senos.

No estaba tan dispuesto y la verdad no quería ponerme eso, pero no tenía de otra.

Ahí me dispuse a quitarme el cinturón, cuando de repente, al quitarme lo, mi pantalón y bóxers se desplomaron en el suelo.

Capitulo 10
Ahí estaba yo, en el cuerpo de Sandra con la parte de abajo desnudo. Me sentí indefenso, al no sentir mi pene entre mis piernas, solo sentía un vacío, con una extraña presión enmedio, donde sabía claramente que había pero que no estaba dispuesto a conocer... por ahora.
Así que cerré los ojos y le aventé mis pantalones, cinturon y bóxers con el pie debajo del vestidor.

-Ten Sandra. Dije y sin querer con una voz dulce, titubeante y nerviosa
- Hasta que porfin te apuras caray!

Tenía frío, por lo cual inconscientemente cruce mis piernas, pero no sé cruzaron como normalmente lo hacían, sino que se cruzaron a la altura de las rodillas, justo como hacían las chicas. Como me sentía muy avergonzado, tome las panties y rápidamente me dispuse a ponermelas, con todo el pesar de mi hombría, lo hice.
Trate de subirlas rápidamente para no sentir tanto, pero de todos modos, al subirlas pude sentir como se adaptaba suave, delicada y perfectamente el encaje de la tela a la cintura y vientre de Sandra, aparte de que en la parte delantera quedó completamente plano, solo con un pequeño moñito de color azul en el medio donde solía estar mi pene. En la parte tracera, la tela quedaba enmedio de la circunferencia que formaba su par de nalgas, sin querer, las jale un poco y sentí un azoton en ellas, lo cual me caliento un poco. Trate de no hacer caso, pero sentí la parte de enmedio, en donde había la zona cocida, que era aún más suave que toda la prenda, donde pude sentir que recaía esa presión que era su vagina, se sentía muy muy suave, lo cual si me caliento mucho, pero trate de no alarmarse, me concentre y respiré para distraerme.

Me sorprendió mi voz.
-Apúrale Jorge, que, crees que me puedo poner tu suéter así sin camisa?

No tenía de otra, así que procedí a quitarme la camisa, cuando la desabroché sentí el par de pechos de Sandra caer enfrente de mi, vaya que eran pesados por lo grandes que eran, me agache para aventarle mi camisa, cuando me levanté sentí un gran rebote, trate de cerrar mis ojos porque no quería ver, pero los tuve que abrir para ver dónde estaba la ropa que me faltaba.
Nunca me imaginé estar en esa situación, en un vestidor, cambiando ropa, con panties, en el cuerpo de Sandra y con sus pechos al aire y el pelo largo estorbandome. Así que rápidamente busque su Brassiere entre la ropa que me había pasado, no sabía ni siquiera como ponermelo, lo único que estaba en mi cabeza era el como sentía las panties y que mi visión hacia abajo solo podía ver su par de pechos y el cabello que caía de su cabeza, vaya que todo lo que ví hace rato se veía mucho más grande, pero esto era diferente,  se miraban muy grandes y pesaban, además de que sus pezones se pusieron duros al sentir el roce de su cabello en ellos, lo cual me hizo sentir aquella sensación electrica de la vez pasada, para mí era demaciado.
-Como piensas que me ponga está cosa?
-Haz de cuenta que es solo una playera, mete las manos y acomoda en las copas mis senos.

Así lo intenté, primero me hice el cabello para atrás, metí una mano después de la otra y acomode los tirantes, agarre las copas y las sobrepuse en sus senos, el roce de la esponjosa tela en sus pezones se sentía casi igual de fuerte que en la parte de las panties donde tenía su vagina puesta. Una corriente eléctrica aún más fuerte se extendió una vez mas por todo el cuerpo de Sandra.

En ese momento, se escuchó la puerta de al lado, Sandra ya había terminado de vestirse en mi cuerpo.
-Donde esta tu corbata.
-Por ahí tirada, búscala, pero podrías ayudarme con esto? No sé cómo le hacen para ponérselo tan rápido.
- MI BRA?!? Apenas vas ahí?
-Si, no vez que me muero de la vergüenza, no he ni querido abrir los ojos para verte, y aparte tus uñas largas y el pelo largo super estorboso no ayudan para a nada, anda, entra y ayúdame!!!
-JAJAJA Sabía que no ibas a poder ponértelo

Entro a mi vestidor y me lo abrochó, me metió los senos bien en las copas y les dió un apachurron con toda la palma de mi mano, me dió media vuelta y me dió una nalgada en sus glúteos. Me sentí totalmente desprotegido y muy incómodo. Le grité:

-Ya salte de aqui, porque haces eso?Como se te ocurre? Maldita pervertida!!!
-No soy pervertida, porque es mi propio cuerpo, solo estaba viendo, si valió la pena estos meses de dieta y algo de ejercicio.

Cerró la puerta y me quedé más tranquilo, ya que podía ver y todo, ya estaban tapadas sus partes más femeninas.
De todos modos me sentía raro, sexy pero raro.

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