Un raro poder conlleva una rara responsabilidad Capítulo 7 - Cayendo en la trampa

Discúlpenme si no estoy muy activa, estos días he estado algo ocupada, de todos modos trataré de publicar seguido. Por lo mientras les dejo uno de mis capítulos favoritos de esta historia que estoy escribiendo y veo que les está gustando. Un saludo a todos.

Poco a poco desperté con un fuerte y punzante dolor de cabeza. No podía levantarme, note que mis lentes habían caído, los tomé y ví algo que me impedía ver completamente, un mechón de pelo castaño en medio de mi cara, lo retire y lo jale, lo cual me dolió. Ví que no se cayó y me sorprendí, en eso voltie hacia abajo y pude ver que mi uniforme no Lucía normal, eran las mismas ropas, pero el pantalón lo sentí grande, observé bien y en mi camisa con suéter ví un par de montículos en el pecho. Los presioné y sentí un toque eléctrico en todo lo cuerpo. Esto no estaba bien. Me intenté poner los lentes, pero se me caían, además de que ahora veía borroso con ellos. Voltie a ver el otro extremo del vestidor y ahí me encontraba yo!!! Con falda, el suéter de la escuela, calcetas largas y zapatos que no le entraban en el pie! Me asuste y quede impactado completamente. Me levanté y aún seguía mi cuerpo dormido. Cuando me puse de pie, sentí de repente todas las diferencias en mi cuerpo, en primera, ví mis manos pálidas, delgadas con uñas algo largas pintadas de rosa claro y con detalles de flores, muy suaves. Me levanté de donde estaba, ví todo muy grande, las paredes, las lámparas, todo se veía grande. Sentí algo pesado en mi cabeza,  acerqué mis manos y era toda la gran melena de pelo castaño que ahora tenía, la cual seguí y me llegaba a más de la mitad de la espalda. Siguiendo el pelo sin querer baje hasta mi tracero, el cual se sentía apretado por mi boxer, lo presioné y sentí otra corriente, vaya que se sentía raro, suave y redondo. Se me estaba cayendo el pantalón, pero apreté un lugar más del cinturón para que se detuviera con el culo que ahora tenía. Me sentía muy raro, y creía saber que estaba pasando. En ese momento procedí a caminar hacia mi cuerpo, pero cada paso lo sentía muy diferente, las caderas que ahora cargaba hacían que rebotará todo de él, además que eran pasos cortos y todo el cabello se movía como quería, trataba de quitarlo, pero se volvía a poner en frente de mi a no dejarme ver, además que se sentía que picaba, aunque me detuve a verlo y vaya que era brilloso y tenía un suave olor a fresas y moras. Me acerqué a un pequeño espejo del vestidor cuando ví que era real lo que supuse. Veía en el, una cara de asombro, la cara de Sandra, venía maquillada con una sobra color rosado, brillo en los labios color rojo y unas largas pestañas. Empecé a hacer gestos, y el espejo hacia exactamente lo mismo que yo. Comencé a sentir cada detalle del rostro de Sandra, toqué como se sentían sus labios grandes y carnosos, la fina nariz que tenía, lo delgado de sus orejas, y noté que con el maquillaje no se notaban tantos sus pecas. A mi casi no me gustaban las pecas, pero vaya que ella tenía muchas, ya con el maquillaje no se notaban tanto. En ese momento de exploración, pude ver cómo se sonrojaba su cara, y todo mi cuerpo empezaba a calentarse poco a poco y sentir algo raro en el estómago. Me jale una mejilla fuertemente para ver si esto era real y me dolió. Esto no era un mal sueño. La piel de Sandra era muy delicada, hace tiempo recuerdo que se golpeó con una puerta y el moretón le duró 2 semanas completas y ahora me había quedado roja la mejilla por el jalón que le dí. En el mismo espejo donde estaba, que era algo pequeño, me aleje un par de pasos para poder ver más de su cuerpo, el suéter estaba algo apretado de enmedio, así que desabroché el botón, en ese instante pude ver en la camisa que tenía que se transparentaban sus pechos, por respeto a mi amiga no ví sus pezones, lo más incómodo era la corbata que nos hacían usar en el uniformado masculino, ya que se estaba metiendo entre sus dos pechos, así que decidí quitarmela del cuello, sin querer tuve que tocar sus pechos para sacar la corbata de ahí enmedio, lo cual me hizo sentir de nuevo con calor. Tire la corbata y me mire al espejo otra vez, estaba sonrojada de nuevo y estaba empezando a sudar, aunque casi no se notaba por toda la cantidad de cabello que cubría su cara. Trate de no tomar importancia, abroche de nuevo mi suéter y trate de avanzar hacia mi cuerpo, lo cual no sirvió para anda tratar de ignorar, ya que cada paso que daba hacia una explosión de sensaciones en el cuerpo que ahora estaba portando.
Ya que por fin alcance mi cuerpo que parecía travesti ahí tirado, pude ver que aparte de estar con la ropa que traía Sandra, estaban sus aretes tirados, moví mi cuerpo para hacerla despertar y encontré abajo de el, un papel, el papel del que me había contado con el que había cambiado de cuerpo con su hermana Mónica, estaba caliente y en el recuadro tenía un número "8". Trate de despertarla, le metí una cachetada, lo cual fue mala idea porque me dolió la mano. En eso le dije.

"Vamos Sandra, despierta!!! Nos metiste en un problemon!!!"

Cuál fue mi sorpresa que salió de mi boca una voz muy fina, dulce, era la voz de Sandra, me sentí muy raro al oirla desde este lado, ya que mi voz mental, era la misma de siempre, pero al hablar, su voz sonaba distinta aún a como la oía cuando ella me hablaba.

Cómo seguía mi cuerpo sin reaccionar, le quite los zapatos que no le quedaban y le hize cosquillas, sabía que mi cuerpo era muy cosquilludo, así que funcionó.
Poco a poco veía como iba abriendo mis ojos.

"Funcionó" grito con mi voz, emocionada.